Sin
apenas darnos cuenta, hemos incluído las nuevas tecnologías en
nuestro día a día de una manera natural, habiendo modificado poco
a poco nuestros ritmos, la forma en la que empleamos el tiempo de ocio y
nuestro modo de comunicarnos.
Y todo
este mundo inmenso de las TICS tiene mucho que aportar a la enseñanza de
lenguas porque, además de abrir un amplio abanico de posibilidades que
nos permite crear comunidades, compartir recursos, propiciar contactos y
facilitar información, en ella se estimula la difusión de temas de interés y la
discusión sobre los mismos, estableciendo nexos entre las personas o usuarios y
creando así una red colaborativa o medio de transporte que distribuye nuevo
conocimiento a quien quiera asomarse a mirar y también participar.
A través
de las TICS podemos asomarnos al conocimiento, y también distribuirlo, porque
son múltiples los beneficios de la web social, ofreciéndonos recursos para
enseñar conceptos a través de medios atractivos e interactivos para los alumnos.
Porque no olvidemos que es imprescindible que nuestros alumnos se diviertan en
clase y se sientan cómodos aprendiendo.
Por
ello es importante trasladar este nuevo mundo al aula, porque es algo que forma
parte de la vida de todos y porque amplía el espectro de aprendizaje y de
comunicación a otros contextos, lo que puede resultar favorecedor en el
aprendizaje de lenguas por el intercambio de información, experiencias y nuevas situaciones entre los usuarios y
compañeros.
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